Zaragoza provincia creativa

Una forma sorprendente de hacer turismo

¿Qué pasaría... si a tantos atractivos de la provincia de Zaragoza añadiéramos la posibilidad de sumar a nuestra condición de viajeros la de participantes en actividades relacionadas con la cultura, el arte, la gastronomía o la naturaleza?

Visitar la casa natal de Goya, y además iniciarse en las técnicas del grabado. Disfrutar de un paseo otoñal por el Moncayo, recolectando y clasificando setas con la ayuda de expertos, y luego disfrutar de un exquisito menú micológico. Contemplar la belleza del fuego domado y participar en un singular concurso fotográfico. Aderezar una excursión por las Cinco Villas con la conversación de un artista mientras realiza su obra. Asistir a un festival de cine y aprender la técnica de animación con plastilina. Navegar el Ebro, galopar el Moncayo, descubrir la fauna y flora que habita la estepa, recordar oficios perdidos, ser celtíbero por un día, rememorar la historia, participar de la magia de la noche de San Juan o disfrutar de la música en un entorno relajante y acogedor.

Zaragoza provincia creativa es una iniciativa del Patronato de Turismo de la Diputación Provincial de Zaragoza que propone una forma diferente de hacer turismo, divertida y estimulante, en la que el viajero decide ser espectador o convertirse en protagonista.

¿Qué es el turismo creativo?

El turismo creativo ofrece a los visitantes la oportunidad de desarrollar su potencial creativo mediante la participación activa en experiencias características del destino turístico que han elegido. Es una modalidad turística sostenible que contribuye a preservar la cultura del lugar, ya que participa junto con la comunidad local a poner en práctica su creatividad, a menudo basándose en las tradiciones, las costumbres y las formas de vida del lugar.

El turismo creativo ofrece posibilidades de crecimiento económico a los destinos dispuestos a ofrecer a los viajeros la oportunidad de expresarse involucrándose en la cultura, paisaje y costumbres de una comunidad.

Se trata de utilizar la cultura como herramienta para el desarrollo humano. De establecer un intercambio de conocimientos y valores entre el viajero y la comunidad del lugar visitado. En este sentido, los destinos situados en el medio rural son especialmente atractivos para los habitantes de zonas urbanas.